
Admiro a las mujeres de Klimt, dormidas o despiertas, pero siempre en un estado de ensoñación, de vigilia, de perdidas en sí mismas, llenas de color y de belleza.
A veces me gustaría ser una de estas mujeres, para que la realidad no me despertase de forma fría cada mañana cuando pongo la CNN, o cuando salgo a trabajar, como hace unos días, cuando supe que mi excompañera de trabajo y vecina, con la que me he ido de cañas y pensaba seguir haciéndolo, ha asestado una puñalada a su marido, nadie sabe por qué.
Es entonces cuando llega el momento del día en el que decido aparcarlo todo y caminar lejos, aunque no físicamente - los caminos físicos no me llevan tan lejos - si no caminar a través de los colores, por ejemplo, de una mujer de Klimt.
Os dejo un audio que hice acerca de esos momentos en los que solo deseo caminar lejos.
Espero que os guste
A veces me gustaría ser una de estas mujeres, para que la realidad no me despertase de forma fría cada mañana cuando pongo la CNN, o cuando salgo a trabajar, como hace unos días, cuando supe que mi excompañera de trabajo y vecina, con la que me he ido de cañas y pensaba seguir haciéndolo, ha asestado una puñalada a su marido, nadie sabe por qué.
Es entonces cuando llega el momento del día en el que decido aparcarlo todo y caminar lejos, aunque no físicamente - los caminos físicos no me llevan tan lejos - si no caminar a través de los colores, por ejemplo, de una mujer de Klimt.
Os dejo un audio que hice acerca de esos momentos en los que solo deseo caminar lejos.
Espero que os guste